El gato negro es considerado desde el inicio de los tiempos como un animal mágico. En la Edad Media sin embargo, se relacionó a los gatos negros con la brujería motivo por el cual eran perseguidos, cazados, metidos en sacos y quemados en hogueras, e incluso se les cortaban las cabezas. Sin embargo no siempre fueron símbolo de mala suerte. En Egipto se los consideraba animales sagrados ya que estaban relacionados con el culto a la diosa Bastet. En la Inglaterra victoriana se consideraba que si unos novios recién casados se encontraban con un gato negro, esto simbolizaba prosperidad en el matrimonio. Y los marineros creían que tener un gato a bordo les traería buena suerte. Más aún sus mujeres solían tener uno en casa, ya que esto parecía «asegurar» que sus maridos volverían sanos y salvos a sus casas después de la travesía. Viva los gatos negros!!!
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