Cuando un escultor realiza una talla, se enfrenta a un gran bloque o tronco de madera. Con el hacha o el cuchillo va descubriendo la forma y retirando lo que sobra. Restos de madera y astillas.
En muchos trabajos creativos sucede lo mismo. De un todo se va quitando lo que sobra hasta conseguir lo que interesa.
Pero ojo, mucho de lo que se quita tiene un gran valor en sí mismo. Muchas de esas astillas son pequeños todos a los que se les pueden dar forma y conseguir nuevos productos o ideas.
No tires nada, ten siempre a mano una caja para guardar astillas.
Por Patio espacio de Comunicación
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