Son muchas las ocasiones en las que nuestros clientes piensan, o eso creemos, que nos gusta hacernos el Hara-Kiri-Kiri-Patio.
Decimos esto porque nuestra actitud como profesionales nos lleva a ofrecer al cliente lo que necesita en vez de lo que quiere. Y aquí , en ocasiones, es donde empieza el ¡problema!•
Dejar contento al cliente es uno de nuestros objetivos fundamentales, pero si esto implica darle siempre la razón y hacer un trabajo de calidad dudosa, salimos corriendo.
En Patio la calidad de los trabajos está por encima de todo. Nosotros no engañamos a nadie. Cuando el cliente no valora nuestra profesionalidad y conocimiento del oficio estamos dispuestos a hacernos el Hara-Kiri-Kiri-Patio para hacerle entender que lo que le ofrecemos y presentamos es lo que más se adecua a sus necesidades y va a posibilitar cumplir los objetivos predefinidos.
Y así una, dos y hasta tres veces. Tres Hara-Kiri-Kiri-Patios que nos dejan destrozados. Pero de ahí ya no pasamos.
Somos conscientes de que otros profesionales del sector no entran en este desgaste y directamente dan al cliente lo que quiere más que lo que necesita. Así rentabilizan el tiempo y cobran más rápido. Lo cuál nos parece muy respetable.
Eso sí , lo que tenemos claro es que nosotros no trabajamos de esta manera. Pan para hoy, hambre para mañana.
Después de lo duro y costoso que es el Hara-Kiri-Kiri-Patio lo único que nos consuela es pensar que los clientes lo valoren como tal y que dejen a un lado el “me gusta – no me gusta” para dar paso al “funciona – no funciona”.
Por Patio espacio de Comunicación
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